Buenos días o tardes a todos.
Estos 9 días nos hemos centramo en la invitación a parar y sentir… pero… ¿nos vasta con sentir lo que hemos propuesto hasta ahora? No.
Simplificando se habla de que el ser humano dispone de siete sentidos (insisto, simplificando):
- 5 Exteroceptivos, es decir, para percibirl el exterior (oido, vista, olfato, tacto, gusto).
- 2 Interoceptivos, es decir para percibir el interior. Entre estos: la propiocepción, que consiste en lo que nos permite saber cómo está colocado nuestro cuerpo en el espacio. y otro llamado también interocepción, que nos permite sentir nuestras visceras. De la interocepción visceral vamos a hablar ahora.
Interocepción visceral:
La información llega a tu cerebro a través de los sentidos, y allí, llega a una estructura bastante central en el cerebro, el tálamo. Ese tálamo es cómo una centralita, manda la información a donde la tiene que mandar, corteza visula, olfatoria… o dónde corresponda, pero antes de que eso sea posible, manda la información al hipotálamo, una estructura que está por debajo de ella, y este hipotálamo, cambia el estado del cuerpo, incluido el estado visceral, antes de que la información llegue a las areas de procesamiento. (Además por si a alguien le interesa, pegadito a este tálamo está el hipocampo que por así decir le dice al cerebro lo que está viendo y la amigdala implicada en las emociones y sobre todo en la alerta y el miedo). Nos vale con saber lo que ya habíamos dicho con el experimento de Antonio Damasio, antes de que nos llegue la información de manera consciente, nuestro cerebro ya ha hecho que nuestro cuerpo cambie. Es más, desde el tálamo la información va al hipotálamo que cambia el cuerpo, y desde el cuerpo suben nervios de nuevo al cerebro que informan al cerebro de cómo se encuentra el cuerpo, y esa información es tenida en cuenta para el surgimiento de afectos, emociones y decisiones.
Es decir, cuando percibes algo, por un lado va la información directa a los centros superiores de tu cerebro, pero a la vez y más rápido va a otros que cambian y el cuerpo y ese cambio del cuerpo va a ir también a los centros superiores para tener en cuenta esa información (sea para ti consciente o no) en la toma de decisiones y en el estado de ánimo.
Dicho de otro modo. La información le llega al cerebro de dos modos, uno de forma directa, y otro modo en el que dicha información ha sido filtrada o quizás más bien diría amplificada por el cuerpo (sin esas sensaciones coroporales no puede haber emociones…). El cuerpo sirve de amplificador de la información del exterior.
Ahhh y se me olvidaba… el cerebro da prioridad a la información que viene del cuerpo frente a la que viene del exterior, o si queremos, da prioridad a la amplificación que el cuerpo hace de la información que viene del exterior.
Así que volvemos de nuevo… y si no sentimos el cuerpo… bufff, pues así estamos…
Hemos empezado sintiendo el cuerpo “más por fuera”, hoy toca que nos invitemos a sentirlo por dentro.
Seguro que a veces sientes que te pica o duele la garganta, o que algo raspa al tragar, o has sentido la boca del estomago cuando tienes un disgusto o ansiedad. A veces puede haberte aparecido un dolor en un costado, o quizas en el abdomen en la zona intestinal, también conoces la sensación interna de hambre, de sed, de garganta seca, de estar hinchado, pesado, o tener que orinar o defecar. Así mismo las mujeres tenéis mucha mayor sensibilidad en la parte baja del abdomen y podéis sentir vuestro utero, ovarios y el suelo pélvico, cómo os digo muchas veces, cómo el hombre lo tiene todo por fuera (urinogenitalmente hablando), el suelo pélvico es un gran desconocido para muchos hombres.
Bien, así que antes de nada, nos damos cuenta de que sentimos gran cantidad de cosas en las vísceras, al menos las urgencias naturales, y cuando algo va mal y duele. Esto de partida para que nos demos cuenta de que se pueden sentir cosas por dentro del cuerpo.
Ahora, lo que tenemos que entrenarnos es en sentir cosas más sutiles dentro del cuerpo. Todas esas víscera cambian en el proceso que hemos explicado antes (no sólo cambia nuestra postura y nuestra tensión muscular, sino también la tensión muscular de las visceras, recordemos que las vísceras son un tipo de músculo llamado liso que se supone no podemos manipular, cambia sólo a través de la activación del sistema nervioso autónomo).
A cada instante se están produciendo cambios en las visceras que aunque tú no seas consciente de ellos, cómo hemos dicho tu cerebro si escucha y de hecho prioriza esa información para luego mostrarte emociones, y decisiones (en forma de a qué te apegas y qué rechazas).
La información interoceptiva se percibe en el hemisferio derecho, el hemisferio donde surgen los afectos (estados corporales de bienestar y malestar), que a nivel de corteza (de este mismo hemisferio, de hecho orbitofrontal derecha), se transforman o dan lugar a las emociones…
De nuevo, sino percibes cómo están tus vísceras, sólo serás consciente del resultado final que te ofrece tu cerebro.
Ya explicaremos más de todo esto, cómo veis cada día hablamos de lo mismo pero un poquito más, ese es el mejor modo de ir profundizando.
Nos baste por ahora para empezar a entrenarnos en sentir las vísceras.
Mañana pondré esta práctica en audio con alguna recomendación más.
Por cierto, tendremos que escuchar lo que las vísceras dicen, pero recordad, a veces tendrán razón, otras estarán equivocadas. Tengo que hacer una entrada explicando esto.
Por ahora te dejo con esa práctica.
Recuerda, no buscamos relajarnos, buscamos aprender a sentir y generar nuevas conexiones cerebrales. Con el tiempo es muy probable que te relajes, pero esto es un efecto secundario que nunca tenemos que buscar. Cualquier sensación que sientas, tanto si tu mente quiere categorizarla como agradable o desagradable, es bienvenida ahora, no la intentamos cambiar ni modiciar, simplemente pretendemos aprender a percibir y sentir las sensaciones viscerales y eso parte de una actitud o intención de hacernos amigos de ellas, porque si las etiquetamos como negativas, es muy fácil que nuestra mente aprenda a no hacerlas conscientes, porque darnos cuenta de ellas nos genera malestar, así que tenemos que permitirnos sentir incluso las sensaciones desagradables de nuestro cuerpo.
Os dejo ya con el ejercicio, pero… ¿nadie tiene una pregunta por ejemplo sobre el famoso “cerebro abdominal”?
Practica de interocepción:
Tumbado o sentado, permitete por unos instantes simplemente parar y sentir. Durante unos instantes no hagas nada salvo permitirte sentir lo que está sucediendo en tu cuerpo en este instante.
No intentes cambiar lo que sucede, permite que tu mente vaya sintiendo lo que sucede en tu cuerpo, porque tu mente es también tu cuerpo.
Tras unos instantes sintiendo el cuerpo de un modo más libre, vamos a pasar a guiar un poquito la atención del ojo de la mente por el cuerpo.
Habrá zonas que te invite a sentir que no serás capaz de sentir, o que dudes si estás o no sintiendo. No importa, no te preocupes de ello. Lleva la atención a la zona en la que esa parte se encuentre y haz tu mejor y más suave esfuerzo en sentir lo que allí haya, eso ya es suficiente y poco a poco se iran produciendo nuevas conexiones cerebrales que te permitan sentir mejor lo que allí haya, pero por el momento tu mejos y más suave esfuerzo es perfecto.
Siente el aire entrando por tu nariz, siente el aire y trata de seguir su recorrido. ¿cómo se siente el interior de tu nariz? ¿cómo se siente donde parece como si en la inhalación algo de aire o de presión fuese hacia los oidos? ¿cómo se siente la curva donde el aire baja hacia tu traquea? Quizás aquí puedas incluso sentir la garganta.
Sigue el recorrido del aire, ahora va por la traquea detrás del esternon, ¿cómo se siente esa zona? probablemente no la sientas, pero si puedes seguir ese recorrido y tratar de menterte dentro de el, y de ver cómo se divide en los bronquios y llenas tus pulmones.
¿Cómo se sienten tus pulmones? quizás creas no sentirlos, pero ¿puedes sentir cómo tus costillas se abren y se cierran? Así que algo sientes, pero lo sientes fuera. Pudes meterte dentro, como sentir ese movimiento desde dentro, desde dónde se produce, insisto, sólo inténtalo, no lo sentirás y no pasa nada.
Vuelve a tu garganta. Traga saliva, ¿cómo se siente tu saliva en su recorrido? la garganta se ha vuelto evidente al tragar saliva, siguela por el esófago. ¿Cómo se siente la saliva cayendo por tu esófago hasta tu estómago? ¿Puedes llegar a sentir la boca de tu estómago?
Siente ahora tu corazón. ¿Cómo se siente su latido? Quizás no lo sientas, pero si observas, casi podrías decir cuando esta latiendo, auque no lo escuches, una parte de ti si observas sabe cuando el corazón está latiendo, por cierto, tu cerebro lo sabe, se llama coherencia cardiaca y ya hablaremos de ella.
Vete ahora a la boca del estómago. ¿Qué sientes en ella? ¿Cómo se siente tu estómago bajo las costillas izquierdas? No me importa que no lo sientas, lleva ahí la atención.
Y bajo las costillas derechas, ¿Cómo se siente el hígado? A veces esa zona está dura y ni siquiera lo sabemos. A veces ayuda a sentir las zonas que te propongo imaginar que puedes llevar la inhalación allí y sacar la exhalación desde allí. ¿Cómo se siente tu hígado al hacer esto?
Baja ahora a tu abdomen y siente toda la zona intestinal, entra dentro de ella. A veces, sobre todo si acabas de comer será facil tener sensaciones diversas, sino, con el tiempo también tendras sensaciones diversas.
Tómate tu tiempo en cada zona, la pauta es parar y sentir, sólo a base de parar y permitirnos sentir las sensaciones empezaran a ser conscientes, sólo a base de parar y sentir con paciencia y cariño permitimos que se produzcan los circuitos cerebrales para que esto suceda.
Observa también ahora la zona baja de tus costillas en tu espalda, dónde se encuntran tus riñones. Ahí también hay sensaciones a veces. Observa cómo se siente esa zona por dentro de tu cuerpo, para y siente independientemente de que creas sentir o no en esa zona. No se puede ver dónde no se mira.
Si eres mujer, observa tu bajo abdomen, ¿Cómo se sienten tu útero, tus ovarios?
Recuerda, ahora no queremos cambiar nada de lo que sintamos, sólo sentirlo, sólo aceptarlo, sólo familiarizarnos con ello y desarrollar el corage para sentir lo que hay y lo que nuestro cuerpo nos tenga que decir.
¿Puedes ahora tratar de dejar un instante la atención en el interior de tu cuerpo, cómo sintiendo todo lo que está dentro a la vez? Observa cómo se siente.
Observa por último tu respiración, cómo al entrar y salir tu respiración tu respiración mueve todo lo que hay dentro de tu cuerpo. El pulmón se expande en tres dimensiones y eso hace que todas las zonas que hemos señalado se adapten y se muevan a su llenado y vaciado. Siente simplemente cómo parece que todo lo que hay dentro de ti se mueve al inhalar y exhalar y cómo de algún modo proporciona un masaje a todas tus vísceras. Quédate en esa sensación de todo moviéndose dentro de ti a través de la respiración, hasta que te duermas, o hasta que decidas dar por terminado tu ejercicio.
Sentir, sentir, sentir.
Increíble
Lo que tenemos que escuchar!!