Como ya habréis visto, los fines de semana os voy a dejar descansar.
Pero ya lunes, nos toca de nuevo ponernos a trabajar.
No se si habré despertado o no tu curiosidad con el título; Si la respuesta es afirmativa, ¿cómo se siente esa curiosidad?
Llevamos ya una serie de ejercicios y propuestas. Ahora que ya tenemos los contenidos algunos ejercicios, vamos a introducir cualidades transversales o actitudes en ellos, y vamos a empezar con la cualidad de la curiosidad.
La curiosidad es una emoción que nos hace sentirnos motivados a acercarnos a algo, e incluso a dedicarle tiempo y esfuerzo. Es un estado maravilloso que por ejemplo Porges define como un estado complejo del sistema nervioso autónomo incompatible con el miedo. El miedo hace que te alejes de algo, la curiosidad que te acerques.
Así mismo la curiosidad es “algo” que en las clases de meditación suele surgir, “relacionate con curiosidad con tus pensamientos”, “relacionate con curiosidad en realidad con todo” “cómo si fuera la primera vez que vivencias algo”.
Bien, esto tiene un sentido más profundo del que creemos.
Hablemos un poco de cómo funciona el cerebro.
Cuando somos conscientes de algo, por ejemplo un perro, somos conscientes de ese perro en algun lugar de nuestra corteza cerebral. Pero veamos de un modo grueso eso cómo sucede.
La corteza cerebral tiene 6 capas, las de arriba, la 1, 2, y 3 reciben la información que se llama de arriba a abajo y las de abajo, la 6, 5, 4 reciben la información de abajo hacia arriba. ¿Qué significa esto?
Al ver el perro, lo que percibo por mis sentidos, va a ir a la parte correspondiente de la corteza, y lo que estoy viendo va a subir de la capa 6, y de ahí a la 5 y a la 4. Eso es lo que estoy viendo en este preciso momento, lo que es real. A esto se le llama información de abajo hacia arriba, de los sentidos, directa al cerebro.
Veamos ahora qué es la información de arriba hacia abajo, referida al mismo perro. Esa información del perro irá a diferentes zonas generando esa información de arriba hacia abajo:
- Por un lado esa información, que dijimos llega al Tálamo, el tálamo a parte de mandar esa información a la corteza la manda a otros sitios, recordamos la manda al hipotalamo que cambia el estado del cuerpo de un modo muy rápido, así mismo al hipocampo y a la amigdala que le da una significancia y un tono emocional a lo que estamos viendo antes de que seamos conscientes de que lo veamos. Bien toda esa información cambia el estado del cuerpo. Después esa información del cuerpo sube de nuevo al cerebro y va a la corteza cerebral. Incluye información de memorias no conscientes, así como información de memorias conscientes, y va a activar todo el conocimiento que tenemos de los perros. En la corteza cerebral esta información ira a la capa 1, luego a la 2, y de ahí a la 3, para encontrarse con la información que viene de abajo hacia arriba.
-Por otro lado la significancia que analiza toda la zona límbica (hipocampo, hipotálamo, amigdala), así como los estados de alerta del tronco cerebral también va directamente a la corteza activando cómo hemos dicho todo el conocimiento que tenemos de los perros. Esto también es un procesamiento de arriba a abajo que ira de las capas 1 a la 3.
Si recordamos, dijimos que el cerebro primaba los sentidos internos frente a los externos, por así decir, al ver el perro, va a primar la información de nuestro cuerpo respecto al perro, así como la información que tenemos guardada respecto a los perros que al perro en sí. ¿Qué queremos decir? Cuando la información que va de arriba a abajo (capas 1-3) se encuentra con las viene de abajo a arriba (directa de los sentidos exteroceptivos), podríamos llegar a decir que gana la que viene de arriba hacia abajo, es decir, en lugar de ver al perro, vemos nuestra historia con los perros, vemos el perro que nuestro cerebro anticipa que va a ver (agresivo, dulce, peligroso…).
El cerebro es una maravillosa máquina experta en anticipar cosas, y en esa anticipación, coge las cosas en si (de abajo hacia arriba) y cuando tenemos una historia o experiencia con las cosas, coge las sensaciones del cuerpo respecto a esa cosa, así como todos los esquemas mentales y los incorpora (de arriba a abajo), de tal modo que cuanta más experiencia tenemos con una cosa (por ejemplo un perro), más peso tiene ese procesamiento de arriba hacia abajo (que ojo, implica y prima las sensaciones del cuerpo frente a simplemente percibir el perro), de tal modo que cada vez estamos más alejados de lo que percibimos o de lo que es real, y estamos sin embargo más en lo que el cerebro anticipa, cree o prevee.
¿Tela no?
La meditación nos invita a desarrollar una actitud de curiosidad, cómo si fuera la primera vez que… para intentar frenar la fuerza de ese procesamiento de arriba hacia abajo (insisto, que incluye la info del cuerpo), ya que cuanta más experiencia tenemos de las cosas o de la realidad, al dejar de percibir las cosas en si, se pierde la viveza de la experiencia, o dicho de otro modo se pierde algo de ilusión por vivir, por sentir, por experimentar, todo pasa a ser poco a poco según acumulamos experiencia y años conocido y por tanto aburrido. La vida pierde color porque empezamos a verla desde lo que el cerebro anticipa y prevee.
Esta actitud ayuda a frenar esa fuerza para volver a sentir la curiosidad y con ella la motivación de aproximarme a lo que sea de nuevo cómo si fuera la primera vez.
¿Por tanto, cual es la práctica de hoy?
Fomentar la curiosidad.
Vas a coger la primera práctica de todas, la de simplemente sentir el cuerpo en la que decíamos, siente los pies tal cómo son, sin añadir ni quitar nada, deja que cualquier sensación aparezca sin intentar cambiarla…
En lugar de eso, vamos a decir: ¿Cómo se sentiría sentir los pies si fuese la primera vez que los sintieses? ¿complicado? es un ejercicio de imaginación para que vayamos despertando la actitud de curiosidad, a veces no somos capaces de ser genuinamente curiosos, pero podemos imaginar cómo sería ser curiosos y desde esa imaginación vamos modelando cómo ser curiosos. Ese es el ejercicio de hoy.
Vamos a simplificarlo:
Tumbado, vas a dedicar los siguientes minutos a sentir tu cuerpo. A diferencia de otros días, vamos a realizar un salto en nuestra imaginación y vamos a imaginar que nunca antes hemos sentido el cuerpo, desde la seguridad y tranquilidad de que todo lo que vas a sentir es natural y bueno. ¿Cómo se sentiría sentir el cuerpo por primera vez?
Lleva la atención a los pies, observalos, y observa cómo se siente sentirlos por primera vez, ¿cambia el modo en que los observas? ¿cambia el modo en que te sientes? Dejate sorprender por lo que sientes, porque es la primera vez que lo estas sintiendo. ¿Y si esa sensación que estas teniendo en tus pies, ese cosquilleo, ese frío, ese calor, no lo hubieras sentido nunca antes? Exploraro cómo si realmente fuera la primera vez.
Imagina que es la primera vez que sientes tus pantorrillas, tus muslos, ¿cómo se sienten? ¿cómo se sienten sentirlos? Cada sensación que sientas y abraces, sin cambiarlas, y si fuera la primera vez que la sientes. Sorprendete, fascínate, disfrútalo… quizás hasta muevas un poco las piernas para ver cómo se sienten.
Imagina que es la primera vez que sientes tus caderas, tus glúteos, tus ingles… ¿cómo es sentirlo? ¿como se siente sentirlos por primera vez? Déjate llenar plenamente por las sensaciones, porque son la primera vez que las sientes y por ello, son embriagadoras. Llenate completamente de ellas.
Imagina que es la primera vez que sientes tu abdomen, tu pecho, tu espalda… ¿mágico no? ¿qué sensaciones hay? ¿cómo se sienten? ¿cómo evolucionan? Fascínate, juega con tus sensaciones en tu cabeza como un crío juega con algo que acaba de descubrir.
Imagina que es la primera vez que sientes tus brazos, ¿puedes despertar esa curiosidad? ¿puedes fascinarte por cualquier sensación? Puedes fascinarte y a la vez no aferrarte a nada de lo que emerja, observalo y déjalo ir.
Imagina que es la primera vez que sientes tu rostro y tu cráneo. ¿Cómo es? ?cómo es sentir eso por primera vez?
Ilusionate de sentir, disfruta de sentir, porque en realidad siempre es distinto, pero en un truco de magia tu cerebro te hace pensar e incluso sentir que siempre es igual. ¿No merece la pena sentir con frescura y curiosidad, despertando la ilusión y la motivación por vivir?
Siente tu cuerpo, cómo nunca lo has sentido.
Disfrútalo.
Gracias..muy curioso que la curiosidad sea incompatible con el miedo....en la práctica del ejercicio compruebo cómo el "juicio" de las sensaciones que se van observando o de las partes del cuerpo observadas impide estar completamente atenta.....qué importante es no poner "mente" en la práctica...gracias
tenemos que practicar prácticas de absorción, para ser capaces de fusionarnos y estar plenamente presentes en lo que observamos, pero sabiendo que estamos fusionados y que podemos desufisionarnos... sino caemos en otro problema.