Hemos visto cómo nuestro cerebro está programado para buscar peligros, y cómo eso hoy nos desajusta. Desde aquí, vimos cómo hackear el cerebro para eliminar las señales de peligro:
Después vimos cómo nuestro cerebro está confirugado para funcionar e incluso para programarse y construirse junto a los otros, siempre mediado a través de la relación con el otro. En esta relación que se remonta a los primeros cuidadores del niño vimos muchas cosas que al final resumiamos en los beneficios de la relación “sentida” con el otro mediada por una serie de características actitudinales, COAL, curiosidad, Opennes (apertura), aceptación y love (amabilidad compasiva para nosotros):
Por último vimos cómo esa actitud COAL es algo que deberíamos llevar a una de nuestras relaciones más importantes, la relación con nosotros mismos.
Hoy nos vamos a centrar en un modo más sencillo y práctico de generar señales de seguridad.
GENERANDO SEÑALES DE SEGURIDAD, EL VAGO VENTRAL:
Cuando comprendemos cómo ha evolucionado la vida, entendemos muchas cosas.
-Primero evolucionó un sistema nervioso más rudimentario que hacía que cuando los animales que lo poseían sufrían una amenza, se congelaban (Sistema nervioso parasimpático, específicamente, vago dorsal). El sistema de hacerces el muerto (congelación).
-Luego en los cordados (animales con columna vertebral), evolucionó otro sistema que es el que permitía la respuesta de huida y ataque (sistema nervioso simpático). El sistema de la huida-ataque.
-Por último en los mamíferos, surgió un tercer sistema a caballo entre los otros dos, el nervio vago ventral, que está relacionado con la conducta de apego, es decir con la relación de dependencia de las crías mamíferas a sus madres hasta que pueden valerse por si mismas. Cuando está activo, este sistema hace que ante una situación de amenaza o de peligro busquemos al otro (a los cuidadores o relaciones de apego), buscando seguridad y así eliminar la amenza o el peligro en la relación con los otros (la fuerza del grupo). Es el sistema del compromiso social (y el propio sistema del apego). Este sistema corresponde al nervio vago ventral que evolucionó después que el dorsal. El dorsal (respuesta de congelación), va del tronco cerebral a las visceras que están por debajo del diafragma. El ventral va del tronco cerebral a las visceras por encima del diafragma, especialmente corazón y pulmón.
Así que tenemos tres sistemas, congelación, huida-ataque y compromiso social, que simplificando sirven para lo mismo, resolver los peligros y las amenzas. Siendo los tres sistemas para resolver los peligros y amenzas, hay unas diferencias notables:
Los sistemas de congelación, y de huida-ataque son sistemas más primitivos evolutivamente hablando. Son altamente eficaces, pero traen ciertos problemas.
-Según los animales fueron aumentando su capacidad cerebral, al entrar en respuesta de congelación que reduce el latido cardiaco y el metabolismo en general, podían sufrir daños a nivel cerebral ya que sus cerebros precisaban de más oxígeno que el de los animales en los cuales apareció esta primera adaptación. Es decir, el metabolismo se congela y eso hace que tu cuerpo en esta respuesta se deteriore. Si es una respuesta aguda puede producirse daño orgánico cerebral, y en el caso de los seres humanos con nuestros complejos cerebros, sabemos que genera estados de disociación (ya hablaremos más de ello cuando hablemos de memorias implícitas), que son los mediadores del trauma.
-El sistema de huida-ataque resuelve el problema de la disminución del metabolismo (menos latido cardiaco, menos oxígeno…), y se va al punto contrario, una hiperactivación metabólica (más oxígeno y latido), pero dirigida. Esta respuesta va dirigida a nutrir los músculos para huir o atacar así como las areas cerebrales implicadas en ello. La consecuencia, retira recursos metabólicos (sangre y óxigeno) de las areas corporales y cerebrales que no están implicadas en sobrevivir (organos internos, y zonas cerebrales que no están implicadas en la respuesta de huida o ataque). Por eso así explicado de un modo muy sencillo entenderemos que ante el estrés o ansiedad mantenidos (respuesta de alerta de huida ataque mantenida), es decir crónica, empezamos a tener problemas digestivos, viscerales, e incluso cerebrales (perdida de memoria, mente nublada… y mucho mucho más… esclerosis y un alargo etc de autoinmunes neurodegenerativas).
-Así que estar congelado me quita recursos para mis visceras y cerebro, y estar en modo huida ataque también…
El sistema de apego, sistema de conexión social, o sistema de compromiso social; este sistema es maravilloso. La protección me la da el otro. Cuando la protección me la da el otro, me puedo relajar. Bueno incorrecto, ya sabéis que desde que iniciamos este newsletter dije “no vamos a hablar de relajación”. Así que no vamos a decir que me relaje, lo que sucede es que con el otro (si es una relación constructiva), me siento seguro (lo vimos ya en entradas anteriores marcadas un poco más arriba). Al sentirme seguro, a nivel de metabolismo, mi se reduce, ni se manda la energía metabólica sólo a una respuesta de supervivencia, sino que la sangre, el oxígeno, van a ir a donde tienen que ir para favorecer mi recuperación y mi crecimiento, es decir se van a nutrir todos los tejidos, todos, ya sean musculares, viscerales (otro tipo de músculo), nerviosos, cerebrales… cuando tu cuerpo está gastando energía en vez de en demandas externas (amenazas), a demandas internas (regenar tu cuerpo), ¿sabes cómo se siente el cuerpo? ¡De maravilla! y cómo ya hemos visto que el cuerpo es una parte importante del cerebro expandido, ¿sabes cómo se siente el cerebro? ¿y tú? de maravilla también.
Así que tenemos dos sistemas que se activan con las señales de peligro, en realidad los tres, porque la cría en el momento en el que se activa el sistema de amenaza, busca el cuidado de la madre para “solucionar” el problema.
Tenemos que entender que los dos primeros sistemas, congelación, y huida-ataque, han evolucionado para desarrollar respuestas muy agudas (severas, intensas) y de corta duración, su larga duración es lo que enferma nuestros cuerpos y nuestras mentes. Mientras que el tercer sistema (vago ventral, conexión social, apego, compromiso social), es un sistema regulador. En el ámbito académico se explica que este tercer sistema regula el metabolismo para que no entremos en huida-ataque o en congelación, significa que los puede regular. Además al regular un estado donde no estamos hiperactivos ni hipoactivos, permite que la nutrición vaya a todos los tejidos y eso significa que el estado de compromiso social, apego o conexión social es el estado del sistema nervioso autónomo (es decir que es autónomo, no lo decido yo) que se puede mantener largos periodos, no sólo no generando problemas de salud, sino que además los repara.
Por eso ya no hablo de relajación. Hablo de regulación, regular mi sistema nervioso autónomo, y cómo es autónomo, tengo que generar las condiciones para que esa regulación en forma de la activación del nervio vago ventral (ese nervio es el que genera ese estado de regulación en la conexión social y la seguridad que nos otorga).
Veamios como hackear el nervio vago ventral:
HACKEANDO EL NERVIO VAGO VENTRAL
Ya hemos visto muchas cosas, pero esta entrada las contextualiza.
Eliminar señales de peligro. (remitíos al primer hackeando el cerebro).
En el segundo hackeando el cerebro vimos la neurobiología del nosotros, cómo nuestro cerebro está configurado para funcionar con otros cerebros, de tal modo que sólo aprendemos a percibirnos, si percibimos que otro nos percibe. Hablamos de las cualidades COAL.
En el tercer hackeando el cerebro vimos que cómo nuestro cerebro no es un yo, sino un nos, lo mismo se puede aplicar a la relación con nosotros mismos. Me ¿relaciono de modo COAL con mis pensamientos, sentimientos, emociones, sensaciones?
Y hoy nos centramos en entender el papel de este tercer estado de conexión desde la fisiología. Este punto es “PRESENCIA DE SEÑALES DE SEGURIDAD”
Para sentirme seguro y regulado no sólo preciso de ausencia de señales de peligro o amenaza, sino también preciso de presencia de señales de seguridad.
PRESENCIA DE SEÑALES DE SEGURIDAD
Todo lo que active mi nervio vago ventral. En realidad este nervio forma lo que se llama el complejo vagal que incluye más nervios. Estos nervios son todo pares craneales, es decir nervios que salen del propio cerebro. Son el par V, VII, IX, X y XI.
Si estimulo cualquiera de estos nervios, activo el complejo vagal y por tanto la respuesta de seguridad de mi organismo.
¿Qué activa estos nervios?
Uno de estos pares es el nervio facial. ¿Masajear la musculatura de la cara no os resulta relajante? ya sabéis por qué. Asi que incluiremos aquí para regularnos:
-Masajear la musculatura de la cara (sea automasaje o mejor… si te lo dan).
-Ejercicios o yoga facial.
-Hacer muecas, gesticular, hacer teatro (el teatro tiene muchísimos más beneficios pero no me voy a meter aquí ahora).
Otro de estos pares inerva la musculatura de la lengua y de la deglución.
-Por eso… comer nos relaja (regula) y sobre todo cuando son comidas con reunión social.
-Hablar y comunicarnos con otros en muchas situaciones nos regula.
-Ejercicios de mandíbula y de lengua.
Otro de estos pares inerva la musculatura interna del oido para adaptar la tensión del tímpano a captar las vibraciones de ruido que coinciden con la voz humana.
-Escuchar voces melódicas, agradables, armoniosas.
-Escuchar música con esas características.
Si unimos el punto 1, 2, 3, tenemos, cantar. Cantar moviliza todos esos músculos.
Otro de esos nervios llega al trapecio y el esternocleidomastoideo (en el cuello). Por eso tenemos duro el trapecio (no funciona bien el complejo vagal) y cuando nos los masajean… ¡sienta tan bien!
- Te incluyo un corto video de unas ideas para automasajear rostro y cuello: Automasaje cara y cuello
Todos estos estímulos le dicen a tu cerebro “¡Ey! ¡Todo está bien!” y eso permite que tu cerebro se relaje. (Recuerda cómo hemos ido hablando que tu estado de alerta e incluso tus emociones, dependen de las sensaciones corporales).
Lo otro que va a generar un estímulo de todos estos nervios… va a ser la conexión social. De esa hablamos en las dos últimas entradas. Hacer cosas con los otros, y cuanto más agradables y más te veas visto o te sientas sentido por ellos, mayor regulación.
Nota: Hablo de regulación, porque no se trata de huir de los problemas, o de evitar estados emocionales desagradables, se trata de que cuando hackeamos de este modo nuestro sistema nervioso autónomo, tenemos la capacidad de permanecer con nuestros problemas o nuestras emociones desagradables mientras nos mantenemos regulados. Esa es la verdadera clave del “bienestar” emocional y mental, aunque deberíamos llamarlo de la “regulación” emocional y mental, pero esto es adelantamre mucho, ya que como sabéis, la primera enseñanza del Budha es que la vida es Ducka, mal traducido cómo sufrimiento, mejor traducido cómo incomodidad. Pero de eso ya hablaremos más adelante.
Proximo día hablaremos del otro modo de hackear las sensaciones de seguridad; ya lo presentamos en parte, generando una relación distinta contigo mismo, que presentábamos cómo relación COAL con uno mismo también en la entrada anterior.
PROPUESTA PARA HOY:
¿Puedes hacer algo de los 7 puntos que acabo de decir? ¿poner música con voces melódicas, automasaje de la cara, cantar, quedar con unos amigos para charlar, sentarte un ratito contigo mismo para simplemente estar abierto y receptivo a tu experiencia? (por cierto, no uses lo que te he dicho cómo excusa para hincharte de dulce, ya os daré un trabajito que va a ayudar a cuando tenemos estados emocionales desagradables y nos da gula…) Quizás sobre todo en la de sentarte contigo mismo abierto y recpetivo no te sientas bien, cuando quiero estar receptivo a mi mismo a veces de algún modo y llámalo cómo quieras, hay temor a lo que pueda surgir en nuestra mente y emociones, porque tenemos experiencia de que surgen cosas que a menudo no nos gustan; pero ¿puedes sentir que aunque el malestar que aparece cuando te sientas un ratito contigo mismo no es agradable, eres capaz de manterte regulado?
Mucho ánimo y sentir, sentir sentir.
Sólo para que sepáis, la hoja de ruta que llevo:
En breve pondré un resumén de todo lo que os he propuesto practicar.
Después iremos a la compasión y a las emociones. No se con cual empezaremos, sin con la compasión pura, o con las emociones… veremos. Creo que primero con una compasión light y luego iremos avanzando.
Sentir, sentir, sentir…
Por cierto: el libro de la imagen: “Guía de bolsillo de la teoría polivagal” si queréis saber más de todo lo que os he contado, no es nada técnico y sin embargo es un libro que da mucha profundidad al tema. ¡Ánimo!
Me rechifla! 🤗